‘Nada’ es el título del primer disco en solitario del veterano músico ovetense Luis Javier Alonso, excantante y guitarrista de los grupos Paso de Cebra y Salón Dadá, una de las bandas asturianas más sobresalientes de los efervescentes años ochenta. El álbum reúne diez canciones aseadas y cálidas, predominantemente pop, y en las que Luis Dadá –su nuevo nombre de guerra– demuestra que el oficio y las dotes para la composición permanecen intactos después de casi dos décadas.
En la grabación participaron la violinista Natalia García, el batería Fernando Arias, el percusionista José Luis Millán; Gema Álvarez, cantando a dúo en el tema de cierre ‘No tiene fin’, y el teclista Fernando Malva, quien se estrena también como bajista con el alias Otto Torsen. Este último aportó también el estudio de grabación La Nozal, de Llanera, y compartió las tareas de producción con el protagonista.
«Fue una necesidad personal», subraya Luis Dadá para explicar este regreso. Y aunque asegura que nunca abandonó la música, lo cierto es que la última grabación de Salón Dadá –un disco realizado en el desaparecido estudio gijonés de Paco Loco y que sigue aún inédito– data del año 1995. Las canciones de ‘Nada’ fueron compuestas en los últimos tres o cuatro años, aunque guardan todas ellas una coherencia interna. «Tenía esas canciones y me apetecía completar todo el ciclo, me marqué como objetivo grabar un álbum entero», explica. Y el resultado le ha dejado plenamente satisfecho tanto en la relación personal con los músicos como en el plano artístico. «El disco se acerca a lo que pretendía hacer, y en muchos casos, lo mejora», reconoce tras revivir la sensación de volver a pisar un estudio. Una de las claves del éxito fue la conexión con Fernando Malva, quien formó parte en su día del grupo Los Murciélagos.
«En esencia sigue siendo música pop, con la evolución normal de cualquier aficionado, y con los matices y tendencias de todo lo que vas escuchando», apunta. El álbum se presentó recientemente en Fnac (Siero), con gran éxito de público y ventas, y ahora está preparando otros dos conciertos en Oviedo y Gijón. Confiesa que le sigue sonando «muy digna» la música de Salón Dadá. «No me importaría defenderla en directo, actualizándola, pero con aquel espíritu», sentencia.